20/3/09

Los Orígenes de los Cerebros Suicidas

Ciertas experiencias de vida pueden llevar a cambios cerebrales en victimas del suicidio

Por Melinda Wenner

Los índices de suicidio en los EEUU se han incrementado por primera vez en una década, de acuerdo a un reporte publicado en octubre por la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health. ¿Pero que lleva a una persona a cometer suicidio? Tres nuevos estudios sugieren que los cambios neurológicos en el cerebro de una victima de suicido difieren marcadamente de aquellos en otros cerebros y que estos cambios se desarrollan durante el curso de la vida.

El camino mas común hacia el suicidio es a través de la depresión[1], la cual afecta a dos tercios de las personas que se matan a si mismas. En octubre investigadores en Canadá encontraron que los deprimidos que cometieron suicidio tenían una distribución anormal de receptores para el químico GABA, uno de los mas abundantes neurotransmisores en el cerebro. El papel del GABA es inhibir la actividad neuronal. “Sí usted piensa en el pedal del gas y en los frenos de un carro, el GABA es el freno,” explica el co-autor Michael Poulter, un neurocientífico en el Robarts Research Institute de la University of Western Ontario.

Poulter y sus colegas encontraron que uno de los miles de tipos de receptores para el GABA esta sub-representado en la corteza frontopolar de las personas con trastorno depresivo mayor que han cometido suicidio cuando se comparan personas no deprimidas que murieron de otras causas. La corteza frontopolar esta involucrada en los pensamientos de orden mayor, como la toma de decisiones. Los científicos aun no saben como esta anormalidad lleva al tipo de depresión mayor que hace a alguien suicida, aunque “todo lo que trastorna al sistema predeciría algún grupo de resultados importantes,” dice Poulter.

Interesantemente, este problema de los receptores GABA no es el resultado de genes mutados o anormales. Ya que el cambio es epigenético, significaría que alguna influencia ambiental afectó la forma como tan frecuentemente los genes relevantes fueron expresados –esto es, hechos en las proteínas [para mas acerca de la epigenética, ver “The New Genetics of Mental Illness,” [2] por Edmund S. Higgins; Scientific American Mind, June/July 2008.] En la corteza frontopolar de los cerebros suicidas, el gen para el receptor GABA-A frecuentemente tiene una molécula llamada un grupo metílico pegado a el, encontró el equipo. Cuando el grupo metílico esta pegado a un gen, esto mantiene al gen oculto de la maquinaria constructora de las proteínas celulares –en este caso, previniendo a las células de fabricar receptores GABA-A.

La adición de esta marca metilada, llamada metilación, ocurre mas extensivamente en roedores que son manipulados por humanos que en roedores que no lo son. Se conoce menos acerca que causa la metilación en el cerebro humano, pero algunos estudios recientes sugieren que pudiera estar relacionada a abuso durante la niñez. En mayo investigadores de la McGill University reportaron que el gen es responsable de crear una maquinaria constructora de proteínas celulares que son mas frecuentemente metiladas en el hipocampo –la región del cerebro responsable de la memoria a corto plazo y de la navegación espacial—de victimas de suicidio deprimidas quienes sufrieron abuso infantil que en los cerebros de victimas no del suicidio que no fueron abusadas.

Nuevamente, los investigadores aun no conocen como los problemas con la maquinaria productora de proteínas lleva a la depresión y al suicidio. Aunque “tiene sentido que si usted tiene alguna capacidad limitada para la síntesis de proteínas, usted gradualmente estará deprivándose a si mismo de las construcción de sinapsis criticas,” o conexiones entre las neuronas, lo cual puede ser suficiente para sentirse feliz, dice el co-autor Moshe Szyf, un farmacólogo en McGill. “Nuestra hipótesis es que existen eventos sociales tempranos en la vida que modifican al programa epigenéticamente del cerebro, “dice el. El y sus colegas ahora están comparando los cerebros de victimas de suicidio que fueron abusadas con aquellas de victimas de suicidio que no fueron abusadas para ver si sus patrones de metilación difieren.

Aun en el útero, las influencias epigenéticas pueden cambiar el desarrollo del cerebro en formas que incrementen el riesgo del suicidio. En febrero del 2008 un estudio reveló que los bebes masculinos que habían nacido ya sea antes o con bajo peso al nacer era mas probable que cometieran suicidio violento cuando adultos mucho mas que los niños con mas peso, sin relación con su peso y estatura cuando adultos. Similarmente, los bebes masculinos nacidos prematuramente son cuatro veces mas probable que intenten suicidio violento que aquellos nacidos a termino.

Los investigadores, publicando en la revista Journal of Epidemiology and Community Health, sugieren que la serotonina química, la cual esta involucrada en el crecimiento cerebral fetal, puede jugar un papel. Un ambiente estresante o un útero deprivado puede interferir con el desarrollo del feto y sus sistema de serotonina; otros estudios han demostrado que los cerebros de personas que exhiben conductas suicidas tienen actividad reducida de la serotonina,

Finalmente, estos hallazgos revelan que los cerebros suicidas difieren de otros cerebros en múltiples formas –en otras palabras, “estamos realmente tratando con un conjunto de falta de balances químicos,” dice Poulter. “Esto no es un problema de actitud.” Y debido a los cambios epigenéticos que típicamente ocurren temprano en la vida, si algún día es posible identificar a las personas jóvenes en riesgo de suicidio por el estudio de sus patrones de metilación y entonces podremos tratarlos con drogas que regulen sus mecanismos, hace notar Szyf.

Nota: Este artículo fue originalmente impreso con el titulo “El cerebro suicida”



http://www.sciam.com/article.cfm?id=the-origins-of-suicidal-brains



Enviado por Dr. Jose Manuel Ferrer Guerra

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