27/3/11

Las mujeres sensibles son más vulnerables a las depresiones

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Las mujeres sensibles son más vulnerables a las depresiones

ESMERALDA GUTIÉRREZ | VALLADOLID.

Lo sabe todo o casi todo sobre la 'enfermedad de la tristeza'. Lo demuestra con su voz, clara y pausada, pero de prosa ágil. No escatima en explicaciones y ejemplos. Propone preguntas, se expresa en plural para implicar al personal y maneja datos estadísticos mejor que cualquier político. Este 'médico de la conducta', muy educado y correcto, sabe cómo meterse en el bolsillo a todo el que le rodea y, especialmente, a sus pacientes. Enrique Rojas (Granada, 1949) es un psiquiatra diferente que ni tumba a sus pacientes en un diván ni se cansa de escucharlos. Algo tendrá este catedrático de Psiquiatría para colar sus libros de medicina en las listas de los más vendidos. El director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas abordará los entresijos de un tema tan complicado como el trastorno del estado de ánimo en la mujer el próximo martes, a las 20:00 horas, en el salón de actos de Caja España-Duero, con una charla titulada 'La depresión de la mujer', dentro del ciclo de Conferencias sobre la Mujer organizado por EL NORTE DE CASTILLA.

-¿Por qué la depresión es más común en las mujeres que en los hombres?
-Las mujeres de la UE tienen tres veces más depresión que los hombres y es por tres razones: porque la mujer tiene un sistema endocrinológico más complejo que son las depresiones de la vida genital femenina, por el cambio de papel de la mujer en la sociedad y, en tercer lugar, porque la mujer ha tenido que demostrar el triple que el hombre para llegar hasta donde ha llegado.

-¿Es cierto que hay mujeres con un carácter más propenso a la depresión?
-Sí. Pero hay que diferenciar dos tipos de depresión, las endógenas, que son las hereditarias e inmotivadas, y las exógenas que son motivadas por acontecimientos de la vida, donde la mujer es especialmente sensible a las sustracciones afectivas y familiares, y el hombre, a las económicas y profesionales. En las exógenas se trata de mujeres hipersensibles, muy atadas al pasado, que son demasiado rígidas con un orden en la vida excesivo y tiene demasiada afectividad; y en las endógenas, son en las que han tenido antecedentes depresivos en la familia.

-¿Se puede luchar contra las endógenas?
-Sí. Se curan hoy en torno al 90%, gracias a los avances de la farmacoterapia.

-Pero, ¿hay recaídas?
-Hoy en día se cura totalmente porque existen 'vacunas' que frenan la recaída en la depresión.

Desamor

-Uno de sus métodos para combatirlo es una especie máquina de la felicidad basada en el 'electroshock'…
-No es muy distinto. Se llama el Estimulador Magnético Trascraneal que se aplica sin anestesia y corrige solo las depresiones endógenas en un 71,4%. También ha aparecido otra herramienta hace muy poco que se llama estimulación con electrodos del nervio vago, que tiene un 50% de eficacia y hay que hacerlo con mucho cuidado.

-¿Ha tenido algún caso que se haya curado sin fármacos y sin máquinas?
-No, si la depresión es endógena, no. No olvidemos que hoy la depresión ha pasado al lenguaje de la calle y se dice estoy con la 'depre' y eso solo es una tristeza normal de algún acontecimiento que ha salido mal.

-¿Cuál es la depresión más importante del siglo XXI?
-Una de las más importantes es la del desamor, porque en este momento es una epidemia mundial que no había existido como tal hasta ahora. Ahora hay una gran cantidad de parejas rotas que se rehacen y se vuelven a romper. Yo los llamo amores mercuriales, porque nos miden la temperatura cuando se rompen, se cruzan unas cosas con otras y dan lugar a roces caprichosos. Son relaciones muy superficiales.

-Cada vez más las personas buscan soluciones fáciles, en vez de afrontar sus problemas…
-Claro, un error de la sociedad actual es que muchos conflictos de la vida en vez de resolverse de forma psicológica se hace con 'pastilloterapia'. Esto es un error grave.

-Con la crisis habrá aumentado el número de depresiones...
-En esta situación en la que estamos hay mucha depresión endógena, porque los grandes componentes de la felicidad son amor, trabajo, cultura y amistad, y una persona sin trabajo es una persona tocada. También el amor, porque en nuestra sociedad se ha colado un fenómeno nuevo: es que el hombre, fingiendo amor, lo que busca es sexo, y la mujer, fingiendo sexo, lo que busca es amor.

Contentarse con uno mismo


-¿Cuál es el camino de la felicidad plena?
-Es estar contento con uno mismo, al comprobar que hay una buena relación entre lo que yo he deseado y lo que yo he conseguido.

-Usted ha escrito bastantes libros de autoayuda. Pero, sea sincero, los libros de autoayuda, ¿ayudan o hay que acudir al especialista?
-Si es una depresión clínica, no ayuda; el libro lo que hace solo es ilustrarla para saber lo que tiene, pero el libro no le cura. No olvidemos que los psiquiatras somos médicos como cualquiera, pero de la conducta.

-¿Qué futuro espera a esta patología?
-Muy esperanzador, porque ha habido un cambio en el sentido de los avances técnicos, los pronósticos de las endógenas son muy buenos, y los de las exógenas son más reservados porque depende mucho de los avatares de la vida.

-Su consejo para no caer en la depresión.
-Si es endógena, ir al médico y hacer lo que le diga, y si es exógena, tener un proyecto de vida, que es un programa personal con amor, trabajo, cultura y amistad. El amor es una tarea, no es solo sentimiento que viene y que va con el viento. Esto es un error de la sociedad actual.

-¿Y si esa persona no se puede costear un especialista?
-Los médicos de la Seguridad Social son excelentes especialistas que saben mucho de esto.


nortecastilla.es

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