Publicado 11 de Septiembre de 2009
El acoso y la victimización en la infancia a la edad de 8 años predicen futuros problemas psiquiátricos en todas las niñas, pero en los niños si tienen una psicopatología preexistente, de acuerdo con un informe en la edición de septiembre de la revista Archives of General Psychiatry.
Andre Sourander, de Turku University Hospital, Turku, Finlandia, y sus colegas estudiaron la asociación entre el acoso y la victimización en la infancia (a la edad de 8 años) y más tarde la hospitalización y tratamiento psiquiátrico con medicación antipsicótica (de edades de 13 a 24 años) en 5038 niños finlandeses que participaron en el nacional de Finlandia 1981 Birth Cohort Study. La información se obtuvo de los padres, los maestros, y de los participantes-los informes, y un registro nacional de los registros hospitalarios y de medicamentos.
Los investigadores definen la intimidación como “un acto de agresión que contiene un desequilibrio de poder en que las víctimas no pueden defenderse, acompañado por un elemento de la repetición”.
Según los investigadores, esta es la primera población basada en estudio para examinar los resultados finales de la adolescencia o de adultos en la infancia y el acoso en los niños y las niñas.
Menos efectos a largo plazo en Chicos
Los investigadores hallaron que el 6% de los chicos de 8-años de edad intimidando a otros con frecuencia pero no fueron las propias víctimas, el 6,4% de los niños eran víctimas frecuentes, pero no los agresores, y el 2,8% de los niños eran a menudo tanto agresores como las víctimas.
Los investigadores utilizaron la Escala de Rutter, en niños de 8 años con problemas emocionales y de comportamiento. En el estudio, un niño que obtuvo más de 13 en la escala de los padres o 9 en la escala de maestro fue clasificado como un posible trastorno psiquiátrico.
Cuando los análisis fueron ajustados con la puntuación total de la psicopatología a la edad de 8 años (suma de puntuación de los síntomas mediante la información agrupada de los padres y valoraciones de los profesores), solamente una mujer en condición de víctima frecuente fue hospitalizada en un psiquiátrico” Dr. Sourander dijo en un comunicado. La condición de víctima frecuente también predijo el uso de medicación psiquiátrica, antipsicótico, antidepresivo o ansiolítico entre las niñas.
“Cuando el análisis se controla con la puntuación total de la psicopatología a la edad de 8 años, intimidación frecuente, o intimidar a la víctima-la condición de víctima no predice los resultados psiquiátricos entre los hombres,” dijo el Dr. Sourander.
No es sorprendente, los investigadores concluyen que los niños y las niñas son diferentes con respecto a la prevalencia y el resultado del comportamiento intimidatorio. “En comparación con los niños, las niñas eran muy pocos frecuentes a los matones o a intimidar a las víctimas”, escriben los autores.
“Segundo”, agregan, “las niñas que son víctimas con frecuencia corren el riesgo de evolución psiquiátrica a largo plazo, independientemente de su estatus psiquiátrico en el momento basal. En tercer lugar, era intimidar a las víctimas de los hombres que estaban en mayor riesgo de una amplia gama de resultados psiquiátricos”.
Paradoja de Género
En una entrevista,via mail el Dr. Sourander dijo que era interesante observar que con frecuencia el acoso tuvo un efecto menor en los niños, mientras que las niñas que eran frecuentes los agresores a menudo tenían pobres resultados.
“En otras palabras, a pesar de una menor prevalencia de ser un matón de las niñas, los que están implicados a menudo tienen problemas graves. Esta es una paradoja de género – mientras que las niñas tienen menos probabilidades de ser frecuentes agresores, cuando son los agresores tienen un deterioro más grave de su contrapartes masculinas “, dijo.
Los autores señalan que casi todos los Bully Boy víctimas ya mostraron evidencias de la psicopatología a la edad de 8 años.
Los autores sugieren que la orientación frecuentes matones, víctimas, o de intimidar a las víctimas la evaluación psiquiátrica coste será más eficaz que el cribado universal de los problemas psiquiátricos.
El efecto de la intimidación puede ser subestimado
Louise Arsenault, PhD, que también ha estudiado los problemas de ajuste relacionados con el acoso en los niños pequeños, a dijo Sourander que el estudio es importante porque utiliza los datos de uno de los más antiguos cohortes mirando a la intimidación y porque se basa en uno de las mejores medidas de intimidación y victimización en la infancia – hechos denunciados por varios informantes (sí, madres y profesores).
Sin embargo, el Dr. Arsenault, desde el Instituto de Psiquiatría de Londres, Reino Unido, advirtió estar en contra de la sobreinterpretación de los datos. Una advertencia es que las medidas de resultados son una aproximación a los problemas de salud mental en la edad adulta y puede subestimar el efecto de la intimidación en la infancia. Además, aunque la psicopatología infantil de referencia fue controlada por otros factores, tales como los malos tratos, podría haber afectado los resultados.
Ambos expertos coinciden en que en la infancia la intimidación no es benigna. “La intimidación no es sólo una parte del crecimiento. Cuando es frecuente, se debe considerar la violencia interpersonal. Desafortunadamente, los efectos negativos de ser intimidado con frecuencia no pueden desaparecer con el tiempo”, dijo el Dr. Sourander.
“Los sistemas educativos son de vital importancia en la detección precoz de la intimidación como una señal de advertencia de los problemas más graves. El fallo del sistema escolar para tomar medidas preventivas debe ser considerado como un incumplimiento de una obligación de la autoridad de la escuela en la atención”, añadió.
Este estudio fue apoyado por una beca del Instituto Nacional de Seguro Social de Finlandia y la Fundación Sigrid Juselius, Finlandia. Los autores no han revelado las relaciones financieras pertinentes.
Infomedicnews
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