8/1/07

Stress: ¿Diagnóstico de laboratorio?

Los males que asedian a la mente tienen su correlato físico. Del mismo modo, la compleja química fisiológica modifica los humores del espíritu. Las nuevas estrategias para diagnosticar el estrés registran ese viaje.

Por María Farber. Especial para Clarín.com

El impacto del estrés en la salud y la enfermedad, una relación siempre intuida, pero en menor medida investigada, es ahora motivo de análisis. Hace tiempo que el estrés comenzó a considerarse como un factor de riesgo cardiovascular tan relevante como el tabaquismo o la hipertensión. Pero hace poco ese vínculo fue demostrado científicamente. Pero no sólo se comprobó su incidencia, también se encontró un método para hacerlo mensurable. En la escena Argentina, estrés y ansiedad serán tema de una de las charlas del XI Congreso Internacional de Medicina Interna, organizado por el Hospital de Clínicas. "El hombre es uno sólo, hay una íntima relación entre la vida emocional y las respuestas corporales. Si bien se puso el acento en la observación de la materia, la mente está presente en toda la práctica médica y estas cuestiones son tenidas en cuenta por los buenos clínicos desde hace mucho tiempo", dice Alfredo Ortiz Frágola, profesor de Salud Mental en la UBA y jefe de Salud Mental del Hospital de Clínicas.

Pasa en los consultorios: frente a la ausencia de mejor explicación médica, cualquier dolor puede ser atribuido al estrés. Pero lo cierto es que ahora para determinar su presencia hay exámenes muy concretos: "No hay que hablar de estrés, sino de síndrome de estrés, que es un conjunto de síntomas. Para determinarlo se realizan estudios complementarios que permiten dar racionalidad clínica a esta entidad. Se mide el nivel de cortisol en sangre, si da por encima de lo normal, se puede hablar de estrés", explica Daniel López Rosetti, director de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés (SAMES). "También se mide la vulnerabilidad: existen factores psicobiológicos que determinan que una persona sea más vulnerable que otra al estrés. Respecto de factores físicos, será más vulnerable aquel que llamamos "reactor tenso", una persona que reacciona físicamente a la presión del entorno con aumento de la presión arterial, mayor frecuencia cardiaca, aumento de la temperatura dérmica superficial, transpiración y una actividad en el electrocardiograma por encima del promedio. En el aspecto psicológico se habla de "personalidad tipo A", un estilo conductual que propende a la enfermedad cardiaca, son personas dinámicas, competitivas y agresivas. Por lo tanto, la peor situación la tendrá aquel que registre ambas vulnerabilidades, la física y la psíquica. Aunque el sujeto esté sano, tiene una vulnerabilidad más alta".

De este modo el estrés dejó de ser sólo una entidad psicológica indemostrable. Cada vez más se tiene en cuenta su correlato químico, es decir, el rastro que su presencia inscribe en el cuerpo físico. "La psiconeuroinmunoendocrinología clínica es la integración mente cuerpo con el sustrato biológico. Es el camino de ida y vuelta", explica Alberto Intebi, director del Instituto Argentino de Psiconeuroinmunoendocrinología y encargado del Área de Psiconeuroinmunoendocrinología de la SAMES . El mecanismo biológico que activa el estrés generalmente se ubica en el hipotálamo. Allí hay distintos núcleos y puede dispararse hacia otros sistemas, el respiratorio por ejemplo. Por eso el estrés puede desencadenar cualquier enfermedad, luego, de acuerdo a la carga genética y la predisposición, algunos tendrán diabetes, otros colesterol, o una afección coronaria. Para decirlo de otro modo: no habría problema médico que no esté influenciado por el estrés".

Más allá de sus numerosas posibilidades, el estrés tiene dos socios frecuentes: la ansiedad y la depresión. En términos fisiológicos, explica Intebi, estrés y depresión tienen el mismo correlato biológico, y eso explica su aparición asociada. Por su parte, López Rosetti señala "El estrés se produce como reacción al miedo. La ansiedad es una variante del miedo, pero a diferencia de este, no tiene objeto (el miedo es miedo a algo), es inespecífico y sostenido en el tiempo. Desde el punto de vista de la psicofisiología, es natural que una de las manifestaciones del síndrome de estrés sea la ansiedad, porque es la perpetuación del miedo. La angustia, por su parte, es la manifestación emocional, e incluso física (se cierra la garganta, temblor) de la ansiedad. Todo tiene un origen común: el miedo. Y también, el miedo como resultado de una amenaza contra nuestros intereses es el origen del estrés. Finalmente, el síndrome de estrés sucede cuando se supera capacidad de resistencia de un sujeto a una situación estresante".

Si el diagnóstico médico involucra estrés, el tratamiento será otro. "La diferencia es amplia", dice López Rosetti. "Si una persona tiene una gastritis sin relación con estrés, el tratamiento será el clásico, dieta adecuada, antiácidos, etc. Si es emergente del síndrome de estrés, hay que manejar esta situación. Para ello hay abordajes de orden médico (psicofarmacología, actividad física), conductuales (psicoterapia para modificar conductas cotidianas desde el plano conciente) y filosóficos (reencausar el curso del pensamiento y las emociones en forma positiva)".

El desafío para los médicos es lograr un diagnóstico diferencial. "Hay muchas circunstancias clínicas que dificultan la discriminación para el medico general. Frente al estrés el organismo reacciona de tres formas básicas: a través de signos mentales y emocionales (falta de concentración, falta de memoria, temor, ira, irritabilidad), conductuales (fumar, beber, comer en exceso, aislamiento social) y fisiológicos (agitación, tensión muscular, palpitaciones, sudoración, alergias, aumento de la tensión arterial)", explica Ortiz Fraga. Y algunos de esos signos pueden ser confundidos con lesiones orgánicas. Por eso, para Intebi, es fundamental que el médico clínico esté atento: "Hay que escuchar al paciente y creerle. Muchas veces el médico no lo escucha y no le cree. Ese es el primer paso para hacer un buen diagnóstico. El segundo paso son los análisis. Pero no hay que saltear la primera instancia, importantísima, porque para el médico clínico la mayor parte de las consultas probablemente estén relacionadas con estrés".


Saludos Cordiales

Dr. José Manuel Ferrer Guerra

No hay comentarios:

Publicar un comentario