Diferencias cerebrales existentes en el trastorno bipolar pediátrico frente al trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la irritabilidad intensa
Autora: Marlene Busko
Publicado em 12/05/2008
En estudios preliminares las nuevas técnicas de diagnóstico por imagen muestran diferencias fisiopatológicas cerebrales en los niños con enfermedad bipolar frente a los niños con irritabilidad intensa y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) durante un juego frustrante.
La Dra. Ellen Leibenluft del NIMH (National Institute of Mental Health) de Bethesda (Estados Unidos) afirmó en una conferencia de prensa durante el American Psychiatric Association 161st Annual Meeting que “en muchos sentidos, mi presentación puede considerarse una pequeña demostración de cómo podrían utilizarse las técnicas de diagnóstico por imagen cerebral para clasificar en distintos grupos a los con sintomatología aparentemente similar. Buscamos si estos niños con irritabilidad intensa y TDAH comparten algunas características con los niños con un trastorno bipolar aunque también tengan diferencias significativas".
Desajuste emocional intenso
La Dra. Leibenuft comentó a Medscape Psichiatry que "estamos interesados en saber si deberíamos considerar bipolares o no a los niños con irritabilidad intensa pero sin episodios maniacos evidentes [...] y por esta razón hemos definido un síndrome [...] denominado desajuste emocional intenso.
Estos niños con irritabilidad intensa no presentan los episodios nítidos de manía observados en el trastorno bipolar clásico. Cuando llegan a la etapa adulta inicial es más probable que sufran una depresión que un trastorno bipolar. Además, presentan un antecedente familiar de trastorno bipolar con menos frecuencia que los niños con trastorno bipolar.
Mayor frustración infantil, respuesta cerebral diferente
En un estudio comparativo entre niños con desajuste emocional intenso, con trastorno bipolar y sanos se observó que los niños con trastorno bipolar y los niños con desajuste emocional intenso se frustran más al jugar a un juego frustrante que los niños sanos.
Mediante potenciales relacionados con un acontecimiento, que representan la respuesta cerebral a los acontecimientos y se obtienen mediante registros electroencefalográficos con electrodos en el cuero cabelludo, los investigadores observaron que la actividad cerebral en los dos grupos de niños difería cuando jugaban a dicho juego frustrante.
El equipo de la Dra. Leibenluft está ampliando esta investigación aplicando la magnetoencefalografía, una técnica que puede detectar la actividad eléctrica en la profundidad del cerebro con una resolución excelente.
Los resultados preliminares con la magnetoencefalografía demuestran que los niños con trastorno bipolar presentan en respuesta a situaciones frustrantes una actividad diferente a la de los niños sanos en la corteza cingulada anterior, una región del cerebro que centra la atención en las señales importantes del entorno.
Este equipo de investigadores está realizando un estudio similar para comparar los niños con desajuste emocional intenso y los niños con trastorno bipolar.
La Dra. Leibenluft advierte que "es importante tener presente que aún no podemos utilizar las imágenes cerebrales para formular estos diagnósticos y que todavía va a transcurrir cierto tiempo hasta que podamos hacerlo. Incluso entonces, serán un complemento de la evaluación clínica y de otras pruebas diagnósticas cerebrales".
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