5/9/15

A gritar [5-9-15]


A gritar

El grito ayuda a descargar energía. Pero solo cuando hay un sentimiento de pormedio que nos impulsa a hacerlo. Esta intensidad en la voz se debe manejar de acuerdo a lo que sentimos.

El problema, dice Santiago Rodríguez, profesor de Técnica de Voz, es que: "Socialmente nos van condicionando y siempre nos han dicho que no hablemos muy alto. Nos mal educan en la casa, en la escuela, nos quitan la posibilidad de opinar y uno va perdiendo la voz".

El ser humano está hecho de diferentes emociones y diferentes formas de expresarlas. El grito es una forma de ellas. Rodríguez reflexiona sobre su propia vida: "Cuando mis hijos alzan la voz, no lo considero falta de respeto, ya que están viviendo una serie de emociones fuertes que deben dejar salir".

Pero, ¿existe la terapia del grito para poder desahogarse? El real desahogo es que en su contidianidad, "la gente no tenga miedo de hacerse escuchar". La real terapia es conectar el sonido con las emociones y pensamientos "solo ahí se lograría una liberación".

Para el psiquiatra Carlos León no se puede hablar de una terapia de gritar por gritar. Para que dé resultado, dice, el grito debe estar ligado con las emociones, es "la capacidad de relacionar nuestras emociones con la expresión".

Es decir que el grito, el llanto, la risa... salgan en el momento adecuado, cuando realmente lo sentimos y no sin motivo. "Si no hay la emoción, el grito resulta inadecuado", dice. Para Gabriela Cano (20 años) el grito es indispensable: "Cuando estoy sola, es una forma de desahogarme".

Daniela Carrillo (22) tiene una sensación de libertad, aunque por vergüenza no lo hace frente a otras personas.

Stalin Coronel (23) cree, en cambio, que esa no es la única forma de desahogo. Tiene la suya propia: "Pintando mucho", como lo hizo el célebre pintor noruego, Edvard Munch en su cuadro El grito, que representa la angustia que siente el ser humano. Quizás, el grito que él impregnó en el lienzo fue su propia forma de liberarse.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario